A veces me gusta hablar mucho, otras no tanto.
A veces me gusta dar mucha información, otras no tanto.
A veces una misma situación me molesta, otras no tanto.
A veces admito que la cague, otras no tanto.
A veces modero lo que digo, otras no tanto.
A veces soy muy cariño, otras no tanto.
A veces prefiero comer afuera, otras no tanto.
A veces una buena película me agrada, otras solo estupideces.
A veces me veo bien, otras sigo viéndome mejor.
A veces puedo y suelo ser educado, otras con solo mirarte quemo tu casa.
A veces sentarme a ver y escuchar el paisaje me ayuda, otras no tanto.
A veces trabajo tanto que hay otras veces que hago lo contrario.
A veces digo lo que pienso, otras no tanto para no destruir tu sentimiento.
A veces pienso lo que digo, y otras me quedo callado para analizar la estupidez de tus actos.
A veces de escribir algo me debe de pasar algo bueno o malo, otras simplemente hablo la información que tengo.
A veces tomo algo muy en serio, otras no tanto.
A veces amanezco con el ánimo de odiar al mundo en mi silencio, otra me sigo quedando callado porque ellos no tienen la culpa.
A veces me recuerdo de ese día en la piscina bajo el sol, otras veces puedes hacer que lo olvide.
A veces me recuerdo del color rojo puto otras veces me jode.
A veces, me ubico en mi espacio y me doy cuenta que otras veces no puedo.
A veces grito por dentro, otras veces muestro mi sonrisa sarcástica para decir: “estoy bien no pasa nada”
A veces escribo para ti, otras no me sale la inspiración.
A veces me siento tan mal, otras veces estoy tan feliz que la mañana se vuelve motivo.
A veces simplemente no hay esa pregunta tan fácil y difícil de hacer como es: ¿como te sientes?